El presidente de Telefónica, Marc Murtra, presentará el nuevo plan estratégico de la operadora hasta 2026 el próximo 4 de noviembre, durante un Capital Markets Day coincidiendo con la publicación de los resultados del tercer trimestre, según anunció este lunes la compañía.
Murtra cumplirá así el compromiso que anunció el pasado 27 de febrero, un mes después de llegar a la presidencia de Telefónica, de presentar en el segundo semestre del año una “revisión” de la estrategia del grupo para los próximos años. El ejecutivo justificó esta revisión de la hoja de ruta respecto al plan vigente 2023-2026 de su antecesor en la presidencia, José María Álvarez-Pallete, ante los cambios que se están produciendo en el sector de las telecomunicaciones de la UE y a la vista de las novedades regulatorias que se vislumbran en la UE en favor de la creación de gigantes europeos.
Posibles adquisiciones
En este contexto, el mercado espera con ansiedad la presentación del nuevo plan ante el giro dado por Murtra en favor de una polítiica más “arriesgada” en materia de crecimiento, con la insistencia en la necesidad de que el grupo protagonice un proceso de consolidación en el sector, primero en cada uno de los mercados nacionales europeos antes de abordar fusiones transfronterizas. Las sucesivas declaraciones en favor de esas fusiones han desatado todo tipo de especulaciones sobre el interés de Telefónica en hacerse con uno de sus rivales españoles, en particular, Vodafone España. La operadora en manos del fondo británico Zegona ha experimentado una explosiva revalorización en Bolsa, por lo que su compra exigiría un esfuerzo cercano a los 15.000 millones de euros, incluyendo la asunción de la deuda.
Otra de las operaciones que también se barajan es la toma del 50% de la filial británica Virgin Media O2 en manos de sus socio Liberty, aunque en este caso además de los 12.000 millones en que está valorado ese porcentaje habría que sumar una deuda de 24.000 millones de euros. Más asequible sería la compra del operador alemán 1&1 cuyo valor en Bolsa alcanza los 3.750 millones de euros.
Los inversores también están expectantes ante un posible anuncio de calado como una ampliación de capital que contaría con el apoyo de los principales accionistas de la operadora (SEPI, la saudí STC y Criteria Caixa). Y es que otros de los ejes del plan estratégico adelantado por Murtra es el de mantener una “disciplina financiera de hierro”, según su expresión. Es decir, mantener a raya la deuda (27.600 millones de euros a 30 de junio pasado) independientemente de las operaciones que se acometan.
Para fortalecer su liquidez, Telefónica está pendiente de la búsqueda de un socio financiero para la sociedad conjunta de fibra (Fiberpass) que mantiene con Vodafone, lo que puede suponerle una importante inyección de fondos. También se contempla como forma de financiación la venta de otros activos como la histórica sede de Gran Vía o las actuales oficinas centrales de Distrito C, en Las Tablas (Madrid).
Otro de los asuntos que será vigilado por los analistas es la política de desinversiones en Hispanoamérica, tras la salida este año de los mercados de Colombia, Perú, Uruguay, Ecuador y Argentina. La venta de la filial chilena ya ha arrancado con la apertura de ofertas no vinculantes por lo que, si se consuma la operación, el grupo solo mantendría México y Venezuela en el subcontinente americano. Brasil no está en la ecuación al ser considerado un mercado prioritario junto a España, Reino Unido y Alemania.
Respecto a relevos en la cúpula directiva, Murtra ya ha acometido en lo fundamental una completa renovación de los altos cargos de la compañía, con la elección de Emilio Gayo como consejero delegado, y la sustitución de los primeros espadas en las filiales más importantes como Telefónica España, Telefónica Tech o Movistar +. La única directiva de relevancia que permanece del anterior equipo de Álvarez-Pallete es la directora financiera, Laura Abasolo.
Asimismo, Telefónica afronta la presentación de este nuevo plan con una posición de subida de la acción en Bolsa en lo que podría ser el mejor año de la compañía en el parqué desde 2009 con una subida del 14% en lo que va de año. La política de dividendos y, en general, la retribución al accionista también estarán en el punto de mira.
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