El presidente de Estados Unidos aseguró este viernes en una entrevista en el programa matinal de Fox News que el asesino de uno de sus más estrechos aliados, el activista ultraconservador Charlie Kirk, estaba “detenido”. Trump contó que la información le había llegado “cinco minutos antes de entrar en antena”; también, que alguien “muy cercano a [el sospechoso] lo delató”. Agregó que las autoridades ampliarían esa escasa información a lo largo de este viernes. “La policía local y el gobernador… Todos han hecho un gran trabajo”, sentenció.

Después del gran anuncio, varios medios estadounidenses dieron un nombre: Tyler Robinson, de 22 años, una identidad que confirmó después el gobernador de Utah, Spencer Cox, en una comparecencia de prensa. Se trata de un vecino de Utah, el Estado en el que Kirk fue asesinado el miércoles pasado en presencia de una multitud a mitad de un acto público al aire libre en una universidad cercana a Salt Lake City.

Cox también confirmó que fue un miembro de su familia el que avisó a las autoridades y habló de mensajes incriminatorios hallados por los investigadores. También, de inscripciones descubiertas tanto en los cartuchos disparados como en aquellos que Robinson no usó. Uno decía: “¡Oye, fascista! ¡Atrapado!“. En otra, el sospechoso inscribió varias veces ”Bella Ciao», verso de una célebre canción antifascista italiana.

Después de Cox, fue el turno del director del FBI, Kash Patel, que aprovechó su intervención para defender el trabajo de la agencia que dirige, que ha recibido críticas en los últimos días, después de que el propio Patel anunciara en X la detención de un asesino que resultó no ser.

Según las primeras informaciones, Robinson vive del condado de Washington, en el extremo sudoeste de Utah, tocando con la vecina Nevada. Es decir, a unos 400 kilómetros de Orem, el lugar del crimen.

El crimen rápidamente entró en la perspectiva de la larga historia de la violencia política en Estados Unidos, un país que ha visto morir asesinados a cuatro presidentes en el ejercicio de sus cargos. Ahora que se sabe más sobre Robinson y sus motivaciones, no hay duda de ello.

Sobre la pista que condujo a la detención, Trump avanzó en televisión que fue un pastor religioso, “amigo” de alguien que participaba en la investigación, el que convenció al padre del sospechoso sobre la conveniencia de entregarlo. El tipo, según ha prometido Spencer Cox, gobernador de Utah, podría enfrentarse a la pena de muerte, legal en esa parte del país. Trump se sumó este viernes a esa esperanza de que el presunto asesino sea ajusticiado

El joven fue arrestado a las 23:00 del jueves (hora local). De modo que hicieron falta casi 36 horas para dar captura al sospechoso del asesinato, el miércoles pasado, del activista trumpista. El FBI había anunciado a última hora de la noche del jueves, en una decepcionante conferencia de prensa en Orem, que el tipo que mató a Kirk aún estaba a la fuga. Lo hizo ante una multitud y desde una distancia de unos 70 metros. Disparó un solo proyectil, que dio a la personalidad de la derecha en el cuello. El balazo desató el pánico en el campus de la universidad de Utah Valley.

En una aparición en el programa Fox & Friends −con tres presentadores sentados en sofás blancos con Nueva York de fondo, es tal vez el espacio al que más minutos televisivos ha regalado Trump desde su entrada en política−, el presidente de Estados Unidos afirmó que Kirk era “como un hijo” para él. También destacó lo importante que este, “un tipo brillante”, fue en su segundo triunfo electoral, del pasado noviembre: “Me ayudó con TikTok”, recordó Trump.

Kirk era esencial en la movilización del voto juvenil y, desde su entrada en escena hace 13 años, cuando solo era un muchacho de 18, trabajó incansablemente por atraer a los jóvenes no necesariamente involucrados en política, especialmente a los hombres, al movimiento MAGA (Make America Great Again). “Nunca los he visto recurrir a una sola persona tanto como lo hicieron con Charlie”, agregó Trump.

Donald Trump atiende a los medios este jueves en los jardines de la Casa Blanca.

El presidente estadounidense tampoco perdió la oportunidad de cargar todas las culpas de la creciente violencia política en la izquierda. “Diré algo que me meterá en problemas, pero me da igual”, contestó a una pregunta en la que le sugirieron tímidamente que los “los radicales de la derecha” también pueden ser parte del problema. “Esos suelen ser radicales porque no quieren ver delincuencia. Los radicales de izquierda son el problema”.

No quiso ver el video

También desveló que no había querido ver el video del momento en el que la bala impacta en el cuello de Kirk mientras estaba a mitad de uno de los eventos que solía organizar en universidades de todo el país para provocar debate desde dentro de esas instituciones, por lo general, de espíritu progresista. Trump, que confirmó que asistirá al funeral de su “amigo”, fallecido a los 31 años, dijo que prefería recordarlo “como realmente era” y definió el video, en el que se ve casi morir en directo, mientras la sangre le mana a borbotones, como “horrible”. Ese momento, inmortalizado por centenares de teléfonos móviles de los cerca de tres mil asistentes al acto, ha corrido como la pólvora por internet.

Según las primeras conclusiones de la investigación, el sospechoso perpetró su crimen con un rifle de caza “de alta capacidad” que los agentes encontraron “en un bosque cercano” al lugar de los hechos, envuelto en una toalla. También han surgido informaciones que afirman que las balas venían marcadas con mensajes en defensa del colectivo trans.

A lo largo del jueves, el FBI, que recibió unas siete mil pistas, publicó cuatro fotos y dos videos del sospechoso, al tiempo que ofreció una recompensa de 100.000 dólares a quien colaborara la captura del presunto asesino. Los líderes de la agencia federal, Kash Patel y Dan Bognino, viajaron Salt Lake City para participar de las labores de investigación y, supuestamente, en un gran anuncio que no llegó esa noche.

El miércoles, Patel dio erróneamente por resuelta la búsqueda en un mensaje en X del que tuvo que desdecirse poco después. Su labor al frente del FBI, un trabajo para el que Trump escogió por sorpresa a un podcaster sin experiencia previa, ha estado rodeada de polémica.



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