
Este jueves, segundo día de caza al sospechoso de matar el activista ultraconservador y aliado de Donald Trump Charlie Kirk −una búsqueda que tiene en vilo a Estados Unidos− acabó en Orem (Utah) como había empezado: con el asesino suelto, presumiblemente en los barrios residenciales y bosques cercanos al lugar del crimen, y sin certezas sobre su identidad, su ideología o sus motivaciones.
El sospechoso disparó a Kirk el miércoles a eso del mediodía en mitad de un acto público ante una multitud de unas tres mil personas y desde una distancia de aproximadamente 70 metros, según las primeras investigaciones. La bala alcanzó al líder MAGA (Make America Great Again) en el cuello, y acabó con su vida en un suceso que ha resucitado el fantasma de la violencia política en este país.
El FBI dio dos conferencias de prensa: una a primerísima hora y la segunda, fijada inicialmente para las 14:45 (hora de Washington) y retrasada una y otra vez hasta eso de las 22.00. Resultó una larga y decepcionante espera. Cuando por fin comparecieron Spencer Cox, gobernador de Utah, y el controvertido director del FBI Kash Patel, director del FBI, resultó que no tenían gran cosa nueva que aportar, salvo un video de limitado interés en el que se ve al sospechoso (al que las autoridades prefieren considera “una persona de interés) huir del tejado desde el que presuntamente disparó a Kirk, descolgarse de un edificio chato sin atributos y huir del lugar el crimen a paso ligero hacia una boscosa zona cercana.
Durante las horas previas, la agencia fue compartiendo información con cuentagotas. A primera hora de la mañana, dijeron que tenían imágenes, huellas y ADN del sospechoso, un tipo probablemente “en edad universitaria” y que este había empleado, según las primeras investigaciones un rifle de caza del calibre .30-06, un modelo antiguo de la marca Mauser que encontraron tirado en un bosque cercano a la universidad, envuelto en una toalla, con un cartucho gastado y otro aún en la recámara, una munición que, dijeron los investigadores a los medios estadounidenses, estaba “grabada con expresiones de ideología transgénero y antifascista”.
Después, circularon las dos primeras imágenes borrosas del sospechoso, difundidas por el FBI todo indica que una vez certificadas la imposibilidad de identificarlo con medios electrónicos y la necesidad de compartirlas con el mundo para ver si así alguien lo reconocía. El segundo lote de fotos, cuatro, llegó al rato; eran algo más nítidas, pero tampoco lo suficientemente claras para que los agentes pudieran resolver el enigma.
Y finalmente, TMZ, web por lo general dedicada a los chismes de famosos, publicó un video, registrado por una cámara de seguridad de una urbanización, en el que se ve al presunto asesino con gorra negra y gafas, vestido con pantalones tejanos y una camiseta negra con un estampado que parece incluir una bandera estadounidense. Camina arrastrando la pierna derecha por el vecindario por el que llegó al lugar del crimen y que volvió a cruzar para alejarse de él. La cojera, que había desparecido milagrosamente cuando el tipo salió corriendo tras disparar, indica, según los investigadores, que está ocultando el rifle con el que mató a Kirk.
La grabación es del miércoles a las 11.49 (hora de Utah), cuando aún no había comenzado el acto, al que asistieron unas tres mil personas, en el que Kirk encontró la muerte mientras debatía con uno de los presentes, que le estaba interrogando sobre la epidemia de violencia armada en Estados Unidos y sobre la reciente fijación de la extrema derecha de este país con los tiroteos masivos protagonizados por las personas transgénero tras el ataque en la iglesia de una escuela católica del Minneapolis. Murieron dos niños a manos de Robin Westman, que se había cambiado a los 17 años su nombre, Robert, porque “se identificaba como mujer”, según documentos judiciales.
El FBI ha llegado a la conclusión de que el sospechoso llegó al campus tres minutos después, a las 11:52. A las 12.00 empezó el evento de Turning Point USA, la organización que fundó Kirk cuando aún era un adolescente, y cuya labor consiste en ir de universidad en universidad para retar desde dentro el espíritu progresista que domina la educación superior en Estados Unidos.
A las 12.20, el asesino apretó el gatillo. Un par de horas después, Trump anunció en su red social, Truth, que Kirk había muerto en el hospital al que fue trasladado en estado crítico.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve].






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