El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este martes a los periodistas de Washington que Estados Unidos ha atacado una tercera embarcación. “Ustedes [la prensa] solo saben de dos, pero en realidad han sido tres”, afirmó, sin dar más detalles sobre las circunstancias de esa tercera operación militar contra barcos que, según la Casa Blanca, están implicados en el tráfico de drogas entre Venezuela y Estados Unidos.
El lunes, Trump había anunciado un ataque sobre una supuesta narcolancha con origen en Venezuela, que dejó tres muertos, “tres terroristas varones”, escribió en su red social, Truth. Este martes se cumplen además dos semanas desde que el Ejército de Estados Unidos hundió otra, esta vez con 11 tripulantes. Todos ellos fallecieron.
El presidente de Estados Unidos envió un mensaje a Nicolás Maduro, su homólogo venezolano, desde el jardín de la Casa Blanca. “Deje de enviar drogas a Estados Unidos”, advirtió. “Deje de enviar [miembros de la banda delictiva] Tren de Aragua o a sus presos, a nuestro país”, añadió, antes de presumir de los buenos números de la frontera sur logrados desde su regreso al poder, un tiempo en el que las aprehensiones de migrantes irregulares en la linde con México han caído drásticamente.
Trump también insistió en una idea, ya expresada el día anterior, de que las operaciones militares de dudosa legalidad internacional lanzadas en el Caribe en la cruzada contra el narcotráfico de las autoridades estadounidenses, que consideran como un acto de defensa legítima, están provocando la desaparición de barcos en esas aguas. “Ni siquiera [hay] barcos de pesca; nadie quiere salir a faenar. Es lo que hay”.
El anuncio lo hizo Trump poco antes de abordar, junto a la primera dama, Melania Trump, el helicóptero presidencial, Marine One, al principio de su viaje al Reino Unido para una vista de Estado. Es la segunda que emprende como presidente del país aliado de Londres.
La Administración de Trump considera que los carteles del narco, especialmente los de Venezuela, representan una amenaza para “la seguridad nacional, la política exterior y los intereses vitales de Estados Unidos”, según escribió este lunes en Truth. En febrero pasado, Washington incluyó a la banda criminal de origen venezolano, Tren de Aragua, en la lista del Departamento de Estado de organizaciones terroristas extranjeras.
Dado que Trump considera ese tráfico de drogas una “amenaza inminente” para Estados Unidos, considera que tiene el derecho de ordenar ataques militares ante amenazas como esas sin necesidad de pedir la aprobación del Congreso.
El primero de los ataques sigue rodeado de incógnitas, y ha generado un debate en Washington sobre su legalidad. Un grupo de senadores de ambos partidos ha exigido explicaciones oficiales en una carta remitida a Trump,mientras defensores de los derechos humanos denuncian que “esta Administración está normalizando las ejecuciones extrajudiciales”. Trump dijo que el Ejército, que llevo a cabo la operación, tiene abundantes pruebas de que aquella embarcación estaba traficando con drogas, pero aún no las ha hecho públicas. El chavismo niega que sus 11 tripulantes fueran narcos.
La vista al Reino Unido estaba llamada a ser el acontecimiento más relevante del nuevo curso político británico, pero la actualidad ha complicado las cosas a la diplomacia. Trump aterrizará en el Reino Unido con el eco del el cese del embajador en Washington, Peter Mandelson, por su amistad con el multimillonario pederasta, Jeffrey Epstein, o el asesinato del activista estadounidense de ultraderecha, Charlie Kirk. Ambos sucesos han alterado los planes de Downing Street y anticipan tensión política y un despliegue de seguridad sin precedentes a lo largo de la semana.
Los Trump tienen previsto alojarse en el castillo de Windsor, donde llegarán este martes por la noche, como huéspedes del rey Carlos III de Inglaterra. Las autoridades del Reino Unido llevan semanas preparando un gran operativo policial que incluirá hasta 55 drones que sobrevolarán constantemente la localidad de Windsor, así como vehículos de respuesta armada, y material especial antidisturbios para los agentes, que mantendrán una vigilancia de 24 horas en la zona desde el martes hasta el jueves, día en que los Trump tienen previsto concluir su visita.
El presidente de Estados Unidos viajó a Escocia a finales de julio pasado, pero entonces fue en un viaje privado para supervisar dos campos de golf de los que es propietario en el Reino Unido. En ese viaje, mezcló, como es habitual en él, lo personal y lo político. No solo se vio con el primer ministro británico, Keir Starmer; también aprovechó para anunciar un acuerdo arancelario con la Unión Europea, que escenificó una visita de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve].
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