El Barcelona volverá a jugar este domingo en el Estadi Johan Cruyff, en Sant Joan Despí, el partido de Liga frente al Getafe, tal y como ha anunciado la entidad presidida por Joan Laporta este martes. El conjunto azulgrana repite así escenario tras el estreno como local del pasado fin de semana contra el Valencia en el mismo recinto, y lo que debía ser en principio una excepción se ha vuelto a repetir. El nuevo Spotify Camp Nou sigue cerrado al no disponer aún de los permisos necesarios para abrir en la fase 1A, con un aforo máximo de 27.000 personas. El regreso al feudo azulgrana, una vez más, se aplaza, y la siguiente fecha en casa en el calendario es el sábado 28 de septiembre, cuando el Barça recibirá a la Real Sociedad. Mientras tanto, el Johan Cruyff, con una capacidad máxima de 6.000 personas, se ha convertido en una solución provisional y un pequeño refugio para el equipo. Desde el Barça aseguran que la intención, como siempre, es volver cuanto antes. Pero en 15 días el equipo debutará como local en Champions contra el PSG.

“El estadio está acabado, está preparado para jugar. Ahora falta continuar con el proceso formal y administrativo”, aseguró Laporta en declaraciones a los medios de comunicación del club el jueves pasado durante la Diada de Cataluña. “Volveremos pronto a casa, pero no puedo precisar el momento porque depende de los permisos que nos tienen que dar las instituciones responsables”, continuó. Desde el Ayuntamiento, se insiste en la seguridad. “Como cualquier obra en esta ciudad y país, hay que cumplir una serie de normativas, y nadie puede quedar fuera de una regla que persigue seguridad, seguridad y seguridad”, explicó este martes David Escudé, regidor de deportes en Barcelona, a Betevé. “Se debe ser un poco prudente porque las fechas son relativas. Pero entiendo que el club quiera volver cuanto antes a su casa. Es una obra muy compleja por sus dimensiones”, añadió.

El calendario añade complicaciones a la espera. Y el Barça trabaja partido a partido. El próximo es la semana que viene, el domingo 28 a las 21h contra la Real Sociedad, pero el Camp Nou todavía no cuenta con el certificado final de obra de esta primera fase totalmente firmado. Una vez se envíe al Ayuntamiento, deberán emitirse los informes y revisiones necesarios para obtener la licencia de primera ocupación parcial, la que finalmente permitiría la apertura del estadio. En paralelo, Montjuïc, donde el club puede disponer del Estadi Olímpic hasta febrero gracias a un acuerdo con BSM (Barcelona Serveis Municipals), presenta otro problema: ese mismo domingo 28, a las 22.00, se celebra el Piromusical que pone fin a las fiestas de La Mercè en la Avinguda de la Reina Maria Cristina, a los pies de la montaña mágica.

El gran reto se asoma el 1 de octubre, cuando el Barcelona deba enfrentarse al PSG como local en Champions. Tan solo quedan 15 días. En caso de que se lograse la licencia de primera ocupación para reabrir el estadio, sería necesario comprobar que la fase 1A cumple con el reglamento de la UEFA, con detalles como la iluminación, la segregación con la afición rival, u otros espacios del estadio destinados al público, jugadores o prensa, por ejemplo.

En caso de que finalmente se juegue en otro estadio, como Montjuïc, el reglamento público de la UEFA es claro sobre la posibilidad del cambio de sede. “A partir de la fase de liga, un club debe disputar en principio todos sus partidos de la competición en un único y mismo estadio. Además, cualquier cambio de estadio entre los play-offs y la fase de liga debe ser acordado previamente con la UEFA”, explica. Sí que podría cambiarse de campo como excepción, pero en caso de fuerza mayor. “Si en cualquier momento de la temporada la administración de la UEFA considera que un reciento puede no estar en condiciones de acoger partidos de la competición por cualquier motivo […] la UEFA podrá consultar con la asociación y el club afectados y pedirles que propongan un recinto o estadio alternativo”, sigue el reglamento.

En noviembre del año pasado, el club se escudó en su no regreso en esta normativa, además de las dificultades y sobrecoste de mantener dos instalaciones. “Una vez volvamos al Camp Nou, será para siempre, no para un partido. No tendremos dos estadios abiertos. Cuando volvamos, no nos moveremos”, reforzó la idea a finales del año pasado Joan Centelles, director de operaciones del proyecto Espai Barça.

Todo, sin embargo, son hipótesis hasta que el Camp Nou no cuente con todos los permisos pertinentes. La realidad se impone: a tres meses de cumplirse un año de la primera fecha prevista para regresar al estadio, el Camp Nou sigue sin recibir público, Montjuïc aguarda de fondo, y el Johan Cruyff, construido para el femenino y fútbol base, se ha convertido en el inesperado refugio momentáneo de la Primera División. Y la Champions, en duda.



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