En medio del debate dentro del PP sobre cómo confrontar con Vox, disparado en las encuestas, Alberto Núñez Feijóo ha decidido este domingo marcar perfil propio y entrar al choque directo. Al menos en lo que atañe al campo. “Tampoco aceptamos lecciones de quienes jamás han solucionado un problema en el ámbito rural y tienen soluciones para todo”, ha lanzado el líder del Partido Popular en alusión velada a la formación de Santiago Abascal, durante la clausura de una jornada sobre el sector primario en Membrilla, Ciudad Real. “[Tampoco lecciones] de quienes que, cuando han tenido ocasión de estar en los gobiernos autonómicos, los han abandonado porque es mucho más fácil criticar que gobernar”, ha añadido el jefe de la oposición.
Vox salió abruptamente de cinco ejecutivos que compartía con los populares el año pasado, entre ellos la Comunidad Valenciana y Castilla y León, donde la desafección política ha bullido después por la devastadora dana y por la oleada de incendios. Catástrofes que han beneficiado a los ultras, sin responsabilidades en los gobiernos cuando sucedieron los desastres.
En Membrilla, los dardos de Feijóo a Vox han ido acompañados de un discurso enfocado en el mundo rural cuyo tono ha sido muy similar —como viene ocurriendo desde hace meses—, al de los ultras. El Partido Popular sostiene que uno de los principales problemas es una “burocracia” abundante y el exceso de medidas derivadas del cambo climático. [No aceptamos lecciones] ni del ecologismo de salón ni del ruralismo de pancarta. No acepto más soflamas, sino que pido más soluciones, que es para lo que entiendo que están los políticos”, ha continuado Feijóo. “No acepto lecciones de aquellos que intentan exprimir el voto de los que saben para después engañarles”, ha remachado en misma línea. “[Tampoco aceptamos lecciones] de quienes apoyan aranceles injustos para nuestros productos”, ha expresado sobre las medidas del presidente de EE UU, Donald Trump, a quien Vox bendice en cada movimiento.
El líder del PP ha apuntado directamente contra Abascal mientras justo este domingo, a la misma hora, Vox celebra la segunda jornada del Europa Viva 25, el gran acto del partido de ultraderecha en Madrid. El evento celebrado en Vistalegre y la reprimenda de Feijóo contra los ultras cierra una semana en la que distintas encuestas revelan el ascenso fulgurante de Vox, coyuntura que coloca a PSOE y a PP ante del dilema de cómo batirse con Abascal. Sobre todo el caso de los populares, que han gobernado en coalición en cinco ejecutivos autonómicos —Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Región de Murcia— y lo siguen haciendo en un centenar de ayuntamientos. Pero sobre todo porque, la subida de los ultras implica además la sangría del PP, que pierde en torno a un millón de votantes (y cae a su peor resultado, 30,7%) desde las elecciones generales de 2023, según el mismo barómetro), a la vez que Vox se dispara al 17,4%.
La preocupación es mayor considerando que Castilla y León y Andalucía tienen elecciones autonómicas en el semestre del año próximo. En el caso de las primeras, con un Vox más fuerte que puede hacer daño al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, muy castigado por la gestión de los fuegos. Y ambas comunidades con una relevancia especial del mundo rural. “No acepto lecciones de aquellos que lo más verde que han visto en su vida son los jardines de la Complutense”, ha dicho este domingo Feijóo sobre quienes redactan la leyes agrarias. “[No acepto lecciones] de los que protegen más al lobo que al ganadero, de aquellos que echan la culpa de todo al cambio climático y nos dejan limpiar el monte (…) La batalla de la Política Agracia Común será dura y acaba de empezar”, ha agregado.
El acceso de Vox ha desembocado en el endurecimiento paulatino del tono del líder de la oposición, avalado dentro de distintos sectores de la formación. “Comprendo que quien tiene la cabeza en los juzgados no tenga capacidad para hacer propuestas para su país”, ha dicho este domingo en Membrilla, donde también se ha dirigido al Gobierno de Pedro Sánchez. “Necesitamos un cambio profundo y sin concesiones”, ha remachado.
Dentro del PP también hay dudas sobre hasta dónde pueden llegar los decibelios. En algunos territorios, de hecho, hay quien reconoce que “hay algo en Feijóo que no convence a una parte del electorado”. Este lunes, el jefe de los populares concentra en la sede del partido de Génova a la Junta Directiva, reunión a la que suelen acudir buena parte de los barones según la agenda. Y con mucho por decir.
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