A tenor de lo sucedido en la primera fase, esa en la que España murió en la orilla ante la Grecia de Giannis Antetokounmpo (86-90), el arranque de los octavos de final del Eurobasket se ha saldado este sábado sin grandes sorpresas, pues avanzaron a la siguiente ronda todas las selecciones nacionales que habían ocupado las posiciones de privilegio en los grupos A y B del torneo continental.
Primero fue el turno de Turquía, que, dirigida desde el banquillo por el siempre volcánico Ergin Ataman, doblegó a Suecia con más dificultades de las previstas (85-79). Resultó diferencial el tercer cuarto del encuentro, el único que cayó del bando turco (26-13), y la contribución de Alperen Sengun, dominante pívot de 23 años que, apodado Baby Jokic, y con contrato en los Houston Rockets de la NBA hasta 2030, aportó 24 puntos, 16 rebotes y seis asistencias para un total de 34 de valoración.
Tomó el relevo poco después la vigente campeona del mundo, Alemania, que si bien se impuso a Portugal con un resultado contundente, al menos en apariencia (85-58), no fue hasta el último cuarto cuando logró distanciar a los lusos con un parcial de 33-7. Guiados desde la banda por un recuperado Álex Mumbrú, los germanos destacaron un día más gracias a su versión más coral, con varios jugadores en dobles dígitos de anotación: Isaac Bonga (15), Maodo Lo (12), Tristan Da Silva (11), Franz Wagner (16) y Dennis Schröder (16).
Lituania no quiso ser menos y, en el duelo vespertino, el más igualado del día, tumbó a la Letonia del imponente Kristaps Porzingis (88-79). De nada sirvieron los 34 puntos y 19 rebotes del ex pívot de los Boston Celtics, ahora en los Atlanta Hawks. Tampoco el apoyo incondicional de los miles de aficionados letones que abarrotaron el pabellón de Riga, sede de todos los duelos de octavos de final. Los hombres de Rimas Kurtinaitis fueron mejores y, con las aportaciones ofensivas de Arna Velicka (21), Azuolas Tubelis (18) y Deividas Sirvydis (18), confirmaron su regreso a los cuartos de final del Eurobasket diez años después.
En el último turno del día, la gran favorita, Serbia, se enfrenta a la Finlandia de Lauri Markkanen sin Bogdan Bogdanovic, lesionado en la primera fase del torneo. Liderados, eso sí, por Nikola Jokic, triple MVP de la NBA, los de Svetislav Pesic juegan, un día más, con la presión de saber que, pese al favoritismo, nunca han ganado un Eurobasket con su bandera actual (sí lo hicieron antes de 2006, bajo la denominación de Yugoslavia).
Este domingo, en cualquier caso, se disputan los cuatro duelos restantes de los octavos de final. Primero será el turno del que quizás sea el encuentro más difícil de descifrar de la jornada, el Polonia-Bosnia (11.00). Será más adelante, con el choque matinal ya decidido, cuando tres de las grandes favoritas se vistan de corto para buscar el billete a la siguiente ronda. Primero, a las 14.15, Francia, vigente subcampeona olímpica, se verá las caras contra el combinado georgiano, verdugo de España en la fase de grupos celebrada en Limasol (Chipre). Después, a partir de las 17.30, la Eslovenia de Luka Doncic se medirá en un partido de alto voltaje a la selección italiana, otra de las responsables de la eliminación de los de Scariolo. Para terminar, desde las 20.45 de la tarde, y con Antetokounmpo de nuevo en escena, Grecia e Israel se jugarán el último billete para los cuartos de final del Eurobasket.
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